Ser de la Cena es ser de una hermandad que es dueña y sufridora de su propia historia.
Está claro que las cofradías que hoy conocemos son consecuencia de la historia y la mia no podía ser menos.
Su lastre, ya superado, ha sido ser una hermandad nómada, una hermandad que casi nunca dependió de sí misma. La historia lo dice: Omnium Sanctorum, San Bartolomé, San Basilio, La Misericordia, Los Terceros... casi nunca ha pasado largas temporadas establecida en ningún sitio y eso al final, se nota.
Tan sólo en Omnium Sanctorum echó raíces, hasta el punto de que Subterráneo era "la perlita de la calle Feria". No hay más que ver la puerta de la iglesia en fotos de los años 20 para ver la expectación que creaba cada Domingo de Ramos. Precisamente por ello fue, al parecer, una de las primeras dolorosas a la que se le dedicó una calle que todavía existe detrás de dicha iglesia.
Hoy día, ya en los Terceros se ha consolidado definitivamente.
Pero esa historia a su vez, aunque dura, ha sido fértil.
Esa historia ha desembocado en una hermandad diferente, llena de niños, -más de 150 menores de 14 años salen el Domingo de Ramos-, una hermandad para todos, gente de todos los colores, barrios... un "eclecticismo" humano que tiene mucho que ver con su historia, como si hubiéramos recogido todo lo bueno de los sitios donde hemos estado.
Nuestros mayores nos lo enseñaron bien.
En la calle habrá hermandades con más nombre, con más brillo, pero la nuestra es la que es.
La del mejor Cristo tallado en el siglo XX, -el de la Cena-, la de la juanmesina Encarnación, la de la Dolorosa Reina romántica por excelencia, -Subterráneo-, pero sobre todo, la de nuestro maestro humillado, el que nos da respuestas a las preguntas imposibles: Humildad y Paciencia.
Y la de la gente buena...
Esa es mi hermandad, ni la mejor ni la peor.
Simplemente... la mía.
Fdo: J.V.S.
Foto: Tomás Vega Santos
Está claro que las cofradías que hoy conocemos son consecuencia de la historia y la mia no podía ser menos.
Su lastre, ya superado, ha sido ser una hermandad nómada, una hermandad que casi nunca dependió de sí misma. La historia lo dice: Omnium Sanctorum, San Bartolomé, San Basilio, La Misericordia, Los Terceros... casi nunca ha pasado largas temporadas establecida en ningún sitio y eso al final, se nota.
Tan sólo en Omnium Sanctorum echó raíces, hasta el punto de que Subterráneo era "la perlita de la calle Feria". No hay más que ver la puerta de la iglesia en fotos de los años 20 para ver la expectación que creaba cada Domingo de Ramos. Precisamente por ello fue, al parecer, una de las primeras dolorosas a la que se le dedicó una calle que todavía existe detrás de dicha iglesia.
Hoy día, ya en los Terceros se ha consolidado definitivamente.
Pero esa historia a su vez, aunque dura, ha sido fértil.
Esa historia ha desembocado en una hermandad diferente, llena de niños, -más de 150 menores de 14 años salen el Domingo de Ramos-, una hermandad para todos, gente de todos los colores, barrios... un "eclecticismo" humano que tiene mucho que ver con su historia, como si hubiéramos recogido todo lo bueno de los sitios donde hemos estado.
Nuestros mayores nos lo enseñaron bien.
En la calle habrá hermandades con más nombre, con más brillo, pero la nuestra es la que es.
La del mejor Cristo tallado en el siglo XX, -el de la Cena-, la de la juanmesina Encarnación, la de la Dolorosa Reina romántica por excelencia, -Subterráneo-, pero sobre todo, la de nuestro maestro humillado, el que nos da respuestas a las preguntas imposibles: Humildad y Paciencia.
Y la de la gente buena...
Esa es mi hermandad, ni la mejor ni la peor.
Simplemente... la mía.
Fdo: J.V.S.
Foto: Tomás Vega Santos
2 comentarios:
Muy valientes tus reflexiones, dices cosas interesantes que cada uno piensa de su propia casa, pero que nadie dice en la casa del vecino.
Exquisita mención a ese Cristo de la Humildad y Paciencia, que se apodera totalmente de mis sentimientos cada Domingo de Ramos.
http://juanodo.blogspot.com/
Mucha razon hay en que Subterráneo era una devoción importante en la calle Feria, pero hoy en día sigue reinando en los corazones de los antiguos vecinos de esa collación y entre todos sus hermanos de la Cena.
Saludos y acudir a la cita del próximo 8 de Diciembre donde la Señora se nos aerca para besar su divina mano.
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