17 de abril de 2011. Domingo de Ramos.Uno de los más tardíos que se recuerdan.
Pero, como siempre, ha merecido la pena.
Nos espera un día histórico, lleno de alegrías y emociones inolvidables.
Se avecina una Semana apasionante, -dicen que con incertidumbre climatológica-, aunque todo apunta que el Domingo de Ramos será pletórico.
A los Júas y allegados nos gusta vivirlo de blanco, en Los Terceros, con tres pasos que nos hacen soñar despiertos durante todo el año y que hoy, visten sus mejores galas para que Sevilla los vea y los disfrute tanto como los disfrutamos nosotros.
Así estamos. Con el corazón acelerado e impaciente hasta que las puertas de nuestra iglesia de la calle sol se abran y la Cruz de guía de madera y plata pise nuestra ciudad.
Como no puede ser de otra forma, nos acordamos de la gente buena que nos falta. Aquellos que estuvieron en nuestro lugar y que, desde donde estén, estarán viendo su hermandad con enorme cariño, satisfacción y orgullo.
Y por supuesto, hoy damos gracias infinitas a Dios y a su Madre del Subterráneo por estar aquí, otro año más, con salud y una ilusión total por el día que se avecina.
Gracias Dios, por permitirme estar aquí, un año más.
Gracias, por dejarme vivir esto con la gente que más quiero.
Gracias de corazón.
Ahora sólo queda disfrutarlo.
Y vivirlo...
Fdo: Jesús V.
Pero, como siempre, ha merecido la pena.
Nos espera un día histórico, lleno de alegrías y emociones inolvidables.
Se avecina una Semana apasionante, -dicen que con incertidumbre climatológica-, aunque todo apunta que el Domingo de Ramos será pletórico.
A los Júas y allegados nos gusta vivirlo de blanco, en Los Terceros, con tres pasos que nos hacen soñar despiertos durante todo el año y que hoy, visten sus mejores galas para que Sevilla los vea y los disfrute tanto como los disfrutamos nosotros.
Así estamos. Con el corazón acelerado e impaciente hasta que las puertas de nuestra iglesia de la calle sol se abran y la Cruz de guía de madera y plata pise nuestra ciudad.
Como no puede ser de otra forma, nos acordamos de la gente buena que nos falta. Aquellos que estuvieron en nuestro lugar y que, desde donde estén, estarán viendo su hermandad con enorme cariño, satisfacción y orgullo.
Y por supuesto, hoy damos gracias infinitas a Dios y a su Madre del Subterráneo por estar aquí, otro año más, con salud y una ilusión total por el día que se avecina.
Gracias Dios, por permitirme estar aquí, un año más.
Gracias, por dejarme vivir esto con la gente que más quiero.
Gracias de corazón.
Ahora sólo queda disfrutarlo.
Y vivirlo...
Fdo: Jesús V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario