A continuación, se expone un resumen de lo que aparece en mi tesis doctoral dedicada a la evolución de los pasos de Cristo.
HISTORIA DEL PASO DEL GRAN PODER, (RESUMEN):
En 1688 se concierta la realización de un paso para el Señor del Gran Poder por parte de Francisco Antonio Gijón, el cual debía tener cuatro varas y media de largo, dos cuartas de ancho y tres cuartas de alto la tarima, con su monte “donde ha de ir su Majestad”. El material para acometerlo según el contrato sería “de pino de cedro”, y la parihuela tenía que ser de pino con treinta y cuatro ángeles “con ocho tarjetas y sus historietas”, y la tarima según el perfil, cercado de medias cañas toda la tarima en redondo.
Este paso conservado en la actualidad con algunas modificaciones, es barroco y abombado en el canasto, con una trabajada decoración, sosteniendo los ángeles escenas con relieves de gran exquisitez. [...] Sin duda, es la composición más imitada dentro de la evolución del paso barroco sevillano y la más antigua que se conserva.
Hoy día el paso lo apreciamos con veinticuatro angelitos de gran dinamismo y movilidad que rodean las escenas de las cartelas, además de cuatro cabezas aladas de querubines situadas en los laterales. La crestería la remata seis ángeles virtudes de gran calidad artística, -0,84 cm. de alto-, llevando los de las esquinas escudos e instrumentos pasionistas, mientras que los del centro de los costados enseñan filacterias con el versículo del Christus factus est, alusivos a la obediencia de Cristo hasta la muerte. Los restauró Blas Molner en 1776.
En el contrato, en el que no hay datos descriptivos de la obra, se dice que debe realizarse “según y en la forma que se contiene en un dibujo que dello se a hecho, el cual para en poder de la dicha cofradía rubricado de mi el dicho principal y del presente escribano público”.
El costo del paso se acordó en 500 ducados, de los cuales 1000 reales debían abonarse de entrada para afrontar el coste material de la obra; lo demás se abonaría progresivamente aunque se aclaraba que la duración del trabajo no podía ser de más de diez meses. Finalmente no se terminaría hasta el septiembre de 1689, ya que el día 8 de ese mes el autor otorgó la carta de pago por los 3.179 reales que recibió del encargo desde que lo comenzara. Será después de cancelarse la escritura el 8 de abril de 1692 cuando describa detalles sobre el diseño del paso, que medía 3,75x 1,87x0,60, utilizando como material el cedro y el pino, llevando consigo ocho cartelas con sus relieves y 34 ángeles. La hermandad le recompensó con otras cantidades debido a la satisfacción existente entre sus cofrades por la realización de esta gran obra.
En cuanto a la autoría, parece que el diseño corrió íntegramente a cargo de Gijón, a pesar de que se aprecie la impronta retablística de otros autores como Simón de Pineda. Sin ir más lejos, en 1898 Serrano y Ortega, atribuiría la realización de las andas a este autor, pues recordaba al estilo del mismo “en el airoso corte y sus movidas líneas”; también reconocía que era el decano de los pasos de Sevilla, “pues todas las peanas habían sido destruidas y otras muy alteradas con las restauraciones que se han hecho”.
Juan Carrero Rodríguez apuntaba que, aunque la obra escultórica sería de Gijón, su talla y trazado podría corresponder al maestro ensamblador Bernardo Simón de Pineda.
A finales del XIX, el historiador Bermejo y Carballo, señalaba erróneamente como autor del paso a Martínez Montañés, valorándolo como el mejor de la ciudad, describiéndolo como una obra “toda calada con labores caprichosas muy bien ejecutadas, con un perfil airoso y mucho ensamblaje y movimiento”. También añade que en esos tiempos la peana estaba bastante maltratada, pero fue restaurada y dorada en 1853 quedando en mejor estado.
Eugenio Noel, en su libro Semana Santa en Sevilla escribió: “Entre plata y oro, águilas, relieves que hablan del gran poder de la imagen, cresterías caladas, tarjetones, con los sufrimientos de ese mismo Dios tan poderoso, y ángeles con atributos de martirios de la Pasión, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder se muestra agobiado, hermoso en su humillación, sin que el verismo en el sufrimiento quite los rasgos soberanos del rostro, su majestad imponente”.
Gracias a este impresionante paso podemos considerar a Gijón como el artista más influyente para la realización de andas procesionales de estilo barroco, tanto a nivel estilístico como compositivo.
- Intervenciones posteriores:
En 1853 restauran y doran las andas, dándole a la parihuela mayor altura en esta intervención.
Cinco años después, en 1858, sufriría una nueva alteración estética, ya que se sustituyen los faroles del Nazareno por unos de guardabrisas de estilo barroco.
En 1908 se altera la fisionomía del canasto por la inclusión de los faroles que lleva hoy día y que en plata realizara el taller de Rafael León en Córdoba. Su traza se inspira en los existentes en las andas del paso de la urna del Santo Entierro de la ciudad de Écija, siendo dorados un año después. Como no terminaban de liquidar el trabajo, el orfebre sólo mandó tres de ellos, por lo que ese año salió con dos en la delantera y dos de guardabrisas que llevaba detrás habitualmente.
En 1969 Manuel Guzmán Bejarano completa este paso con un moldurón sobre los faldones, tallado y dorado al estilo del canasto, además de unas maniguetas en madera de Guinea.
Precisamente el mismo autor aprovechó para restaurar el canasto, además de sustituir el monte de madera en mal estado por la carcoma, dándole al conjunto el aspecto final que hoy conocemos.
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Dicho esto, sólo queda congratularnos por la restauración de una obra como el paso de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, las andas más importantes e influyentes de la historia de la Semana Santa de Sevilla.
Fdo: Jesús Vega.
BIBLIOGRAFÍA:
CARRERO RODRÍGUEZ, Juan: Anales de las cofradías sevillanas…, p. 399, 400 y 405.
SERRANO ORTEGA, Manuel: Noticia Histórico artística de la Sagrada imagen de Jesús Nazareno…, p. 132.
GARCÍA DE LA CONCHA DELGADO, Federico: La Pontificia y Real Hermandad y Cofradía de nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y Mª Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, en Nazarenos de Sevilla. Tomo I. Sevilla 1997, p. 354. // SERRANO ORTEGA, Manuel: La iconografía pasionista y las reformas del paso del Señor del Gran Poder al finalizar el siglo XIX y comienzos del XX. Sevilla 1901.
BERMEJO Y CARBALLO, José: Glorias Religiosas de Sevilla…, p. 250.
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